Hay años que pasan sin dejar huella… y luego está 2026.
Un año en el que el viajero cambia, la industria cambia y la tecnología cambia. Un año en el que la pregunta ya no es “¿a dónde voy?” sino “¿qué recomiendas para mí, ahora mismo?”.
Y ahí empieza todo.
Porque después del torbellino 2024–2025, el viajero llega a 2026 con una mentalidad distinta. Quiere menos ruido, menos estrés, menos comparativas eternas. Quiere claridad. Quiere contexto. Quiere propósito. Y, sobre todo, quiere ser guiado. No porque no pueda buscar, sino porque ya no quiere hacerlo.
La IA se ha convertido en ese copiloto que acompaña desde la inspiración hasta el último kilómetro. Y la industria, inevitablemente, gira hacia él.
Un viajero que se mueve rápido, decide rápido y vive con propósito
2026 es el año del viajero que cambia planes según el clima extremo, los precios fluctuantes o el tiempo que tiene antes de que empiece la lluvia. Es un viajero que vive en un mundo más volátil… y que responde con decisiones más ágiles.
También es un viajero que busca profundidad: gastronomía honesta, wellness real, cultura que no se quede en la superficie, sostenibilidad que se toque con las manos. No quiere souvenirs: quiere significado.
Y en esta búsqueda, la IA se convierte en faro. Porque cuando Forbes dice que la inteligencia artificial reinventará la forma en que viajamos, lo que realmente está diciendo es que la experiencia se vuelve personal. Personal y precisa. Personal y contextual. Personal y viva.
Del caos de pestañas a la calma de una recomendación
Durante años, viajar fue una maratón de pestañas. Abrir, cerrar, comparar, repetir. Un viaje previo al viaje. En 2026, ese modelo se derrumba. La IA ya no te muestra “todo lo que hay”, te dice “esto es lo que necesitas”.
Y lo hace de una forma que se siente natural: texto, mapa, imágenes, clima, horarios, rutas optimizadas, eventos que empiezan en dos horas, alternativas si llueve, barrios recomendados según cómo te gusta vivir la ciudad. Una conversación continua, multimodal y sencilla.
El usuario ya no entra en Google con una pregunta abierta. Entra en una interfaz conversacional con una intención directa. Y la industria aprende a responderle en ese lenguaje.
Incluso la visibilidad cambia. El SEO tradicional pierde protagonismo frente al SEO conversacional, la nueva “posición cero” donde las marcas no luchan por un ranking sino por ser encontradas por un asistente, no por un listado.
Es un cambio silencioso… pero tectónico.
Contenido de destino: del “lo que es” al “lo que está pasando ahora”
La IA no inventa lo que no conoce. Necesita fuentes fiables, actualizadas y estructuradas. Aquí es donde el contenido de destino deja de ser estático y se convierte en algo vivo.
2026 trae una demanda feroz de información al segundo: si ese museo está lleno, si hay una feria gastronómica improvisada, si el viento obliga a cerrar una playa, si el barrio donde vas estará en fiesta esa noche. El usuario quiere saberlo ya, no mañana.
Y esta es la razón por la que el contenido dinámico: eventos, afluencia, clima, cierres, festividades… pasa de ser “un extra” a convertirse en la base del descubrimiento.
En Smartvel lo vemos cada día: las experiencias más valoradas por los viajeros no son listas de “top 10”, sino recomendaciones con sentido, fecha, coherencia y contexto. Lo que ocurre hoy, lo que pasará mañana, lo que es relevante para ti.
Los nuevos patrones del viajero en 2026
Algo está cambiando en la forma de movernos: ya no se trata solo de grandes viajes, sino de pequeñas escapadas que funcionan como respiros. Viajes cortos, frecuentes y flexibles que se adaptan a agendas cambiantes. Viajes que se construyen alrededor de lo que importa: deporte, salud, gastronomía, naturaleza, cultura íntima.
El viajero ya no quiere un viaje genérico; quiere su viaje. Por eso la hiperpersonalización deja de ser una promesa y se convierte en realidad. Cada recomendación responde a un micro-perfil. Cada plan tiene un porqué.
Y mientras tanto, el mundo sigue volátil: fenómenos climáticos impredecibles, economías sensibles y nuevas tasas verdes que cambian rutas y decisiones. Todo obliga a viajar de manera más fluida, más dinámica y más reactiva. Y ahí es donde la IA demuestra su fuerza: te acompaña, te ajusta, te sugiere, te avisa.
La era de los LLMs: el nuevo corazón del viaje
En 2026, la IA deja de ser un complemento y se convierte en la capa que lo conecta todo: inspiración, planificación, logística, seguridad, reservas, itinerarios.
Las preguntas del viajero se vuelven más humanas:
- “Quiero un barrio con buena energía y cafés tranquilos.”
- “Tengo tres días. ¿Qué ruta me recomiendas sin prisas?”
- “Viajo con niños. ¿Qué plan nos hará felices hoy con este clima?”
Y la IA responde con datos, imágenes, mapas y alternativas. No adivina: se apoya en contenido verificable. En datos trazables. En fuentes de confianza.
Aquí es donde las APIs fiables dejan de ser solo un conector técnico y se convierten en la columna vertebral del viaje asistido por IA. Pero en 2026 ya no basta con ofrecer datos: los modelos empiezan a apoyarse en arquitecturas como MCP (Model Context Protocol) y formatos como llm.txt, que permiten a la IA entender, consultar y validar información de manera más precisa y trazable.
En este nuevo escenario, proveedores de contenido como Smartvel no solo aportan datos: aportan estructura, contexto y verificabilidad, alimentando a los LLMs con la información viva que necesitan para dar recomendaciones fiables. Y esto implica un compromiso mayor. Porque para mantenerse relevantes, los proveedores estamos prácticamente “obligados” a tener equipos de investigación dedicados, capaces de anticiparse a nuevas capacidades, experimentar con nuevos estándares y desarrollar integraciones que ayuden a las compañías a resolver su mayor reto en 2026: ser visibles y encontrables dentro de los LLMs.
Smartvel encaja de forma natural aquí: no solo nutre a la IA, sino que evoluciona a su ritmo.
Marketing 2026: inspirar, guiar, convertir en un solo gesto
Las marcas turísticas ya no pueden comunicar igual que antes. El marketing deja de ser lineal y se vuelve contextual. Todo depende de quién eres, desde dónde vienes, qué te interesa y qué está pasando en destino ahora mismo.
Las landings se adaptan al clima, las campañas se ajustan al país de origen, los CTAs cambian según tu fase del journey. La inspiración no vive sola: vive a un clic de la acción.
El contenido deja de ser estático y se integra en toda la estrategia digital. Ya no es algo que “está” en una web: es algo que se transforma, que se adapta a quien lo recibe, a la época del año, al clima de ese día, a los gustos del viajero, a sus viajes anteriores, a su forma de descubrir el mundo. Es un contenido que respira dentro de cada campaña, cada anuncio y cada conversación, cambiando su tono, su orden y hasta su propósito según el contexto de cada usuario.
2026 es el año en que las marcas entienden que la inspiración ya no está al inicio del funnel. Está en cada punto del camino.
Los mapas vuelven al centro
Si 2020 fue el año del vídeo y 2023 el año del “short content”, 2026 es el año del mapa.
El usuario ya no quiere listas interminables; quiere ver, situar, sentir la ciudad como si la caminara.
El mapa se convierte en la interfaz primaria: una forma intuitiva de descubrir barrios, clusters, zonas recomendadas, distancias reales, rutas optimizadas. El viajero empieza aquí… y muchas veces termina aquí también.
La industria está volviendo al mapa no por nostalgia, sino porque el mapa responde mejor a cómo tomamos decisiones en un mundo rápido.
Cómo deben prepararse las marcas turísticas
El cambio no es pequeño. Pero es claro.
Las marcas que quieran ser relevantes en 2026 deben transformarse desde adentro: contenido propio actualizado, inspiración integrada en todos los canales, itinerarios vivos, mapas interactivos, segmentación hipercontextualizada. Un marketing que combina clima, temporada, comportamiento y datos reales.
Y, sobre todo, deben prepararse para algo decisivo: la visibilidad en la era de los LLMs. Si la IA no te encuentra, no existes. Si tu contenido no está estructurado, no será utilizado. Si tu información no es verificable, no será recomendada.
Aquí es donde las alianzas se vuelven estratégicas. Y dónde proveedores como Smartvel se convierten en piezas clave de la infraestructura digital del viaje.
Conclusión: 2026 es el año del viaje guiado
2026 marca el paso definitivo hacia un viaje donde la IA acompaña, recomienda y contextualiza; donde el contenido dinámico define la experiencia; donde las marcas que no se adapten quedarán invisibles.
Es un año que transforma tanto al viajero como a la industria. Y es, también, un año lleno de oportunidades para quienes sepan surfear este cambio. Porque si algo define el viaje del futuro es esto:
- Menos búsqueda, más guía.
- Menos ruido, más relevancia.
- Menos esfuerzo, más experiencia.
En ese camino, Smartvel está bien posicionado: datos verificados, APIs estructuradas, mapas, itinerarios y contenido programático que evoluciona al ritmo de cada destino.
El viaje cambia. Y estamos listos para guiarlo.
FUENTES
Booking.com – Travel Predictions 2025–2026 -> Travel Predictions 2026 – Travel on your terms (Booking.com)
Explore Worldwide – Travel Trends 2026 -> Travel Trends 2026 (Explore Worldwide) (exploreworldwide.eu)
SmartFlyer – 2026 Travel Trends -> 2026 Travel Trends Report (SmartFlyer) (SmartFlyer)
Expedia Group – Unpack ’26 -> Unpack ’26 – consumer-facing hub (expedia)
Skyscanner – Travel Trends 2026 -> Skyscanner Travel Trends hub (Skyscanner)
Forbes – IA y viaje 2026 -> How AI Will Reimagine Travel In 2026: From Dreaming To Doing (Forbes)
